Impresora 3D de metal
Comprar una impresora 3D de metal: Todo lo que necesitas saber
Cómo encontrar la impresora 3D de metal adecuada para sus necesidades
La impresión 3D sobre metal es una tecnología innovadora que permite crear piezas metálicas complejas y de alta calidad a partir de un modelo digital. El polvo o filamento metálico se funde o sinteriza capa a capa mediante un láser o un cabezal de impresión. La impresión metálica en 3D ofrece muchas ventajas sobre los procesos de fabricación convencionales, como una mayor libertad de diseño, menos desperdicio de material y una producción más rápida.
Pero, ¿qué tipo de impresora 3D metálica es la más adecuada para usted? ¿Cómo puede conseguir la mejor calidad al mejor precio? ¿Cuándo merece la pena comprar su propia impresora 3D metálica o contratar a un proveedor de servicios? En este artículo, le daremos una visión general de los aspectos más importantes de la impresión 3D sobre metal y le presentaremos algunos de los principales fabricantes y aplicaciones.
Introducción: ¿Qué es la impresión 3D sobre metal y cómo funciona?
La impresión metálica en 3D es una tecnología que permite fabricar objetos complejos y de gran resistencia a partir de polvo metálico. Se utiliza un láser para fundir el polvo metálico capa por capa hasta formar el componente deseado. Este proceso también se conoce como fusión selectiva por láser (SLM) o fusión de lecho de polvo por láser (LPBF). La impresión metálica en 3D ofrece muchas ventajas para la fabricación, como reducir el desperdicio de material, acortar los plazos de desarrollo y aumentar la libertad de diseño.
Procesos alternativos al SLM o LPBF son, por ejemplo, el chorro de ligante o la deposición de energía dirigida.
En la inyección de aglutinante, se aplica polvo metálico a una plancha de impresión y luego se fija con un aglutinante líquido. A continuación, la plancha de impresión se construye capa por capa mediante el curado de las capas con una luz ultravioleta. Este proceso es especialmente adecuado para la producción de piezas de paredes finas y se utiliza a menudo para la producción de piezas de fundición.
La deposición de energía dirigida es un proceso en el que se dirige un rayo láser o de electrones al polvo metálico para fundirlo. A continuación, el metal se aplica a una zona predeterminada y se va acumulando capa a capa. Este proceso es especialmente adecuado para la reparación y el mantenimiento de piezas y para la producción de piezas grandes de gran resistencia.
¿Qué distingue la producción en pequeñas series de la producción en masa?
Tipos de impresoras 3D de metal y cuáles son adecuadas para quién
Las impresoras 3D de metal son potentes dispositivos que permiten fabricar piezas metálicas de diversos materiales, como acero inoxidable, titanio o aluminio. Existen varios tipos de impresoras 3D de metal que difieren en su tecnología y ámbitos de aplicación. Un tipo común de impresoras 3D de metal son las impresoras DMLS (Sinterización Láser Directa de Metal), que utilizan un rayo láser para fusionar el polvo metálico capa a capa. Estas impresoras son adecuadas para la producción de componentes complejos y de alta resistencia para industrias como la aeroespacial o la médica. Un ejemplo de impresora DMLS es la SLM800 de SLM Solutions. Otro tipo de impresora 3D metálica es la impresora Fused Deposition Modelling (FDM), que utiliza un cabezal de impresión calentado para extruir y depositar un filamento metálico especial. Estas impresoras son adecuadas para la producción de prototipos o moldes con menores requisitos de resistencia o precisión. Un ejemplo de impresora FDM es la Metal X de Markforged.
Consejos de compra para impresoras 3D de metal: lo que debe tener en cuenta
Existen diferentes impresoras 3D de metal en función de la tecnología, el coste y el ámbito de aplicación, y si desea comprar una impresora 3D de metal, debe tener en cuenta algunos factores:
Su presupuesto: las impresoras 3D de metal son más caras que las impresoras 3D convencionales y pueden costar entre 50.000 y varios millones de euros, según el modelo y el fabricante.
Sus requisitos: Las impresoras 3D de metal pueden trabajar con distintos materiales y geometrías, pero no todas son adecuadas para todos los fines. Debe tener en cuenta qué tipo de piezas desea imprimir, con qué frecuencia y qué estándares de calidad debe cumplir.
Su experiencia: las impresoras 3D de metal requieren más conocimientos y habilidades que las impresoras 3D convencionales. Tienes que familiarizarte con la tecnología, configurar los parámetros adecuados y postprocesar las piezas impresas.
Si no quiere o no puede comprar su propia impresora 3D de metal, también puede contratar a un proveedor de servicios para que le suministre las piezas que necesita. Puede ser una opción más barata y sencilla, sobre todo si sólo necesita unas pocas piezas o piezas únicas. Un ejemplo de proveedor de servicios es Rosswag Engineering, que puede ofrecerle tanto producción en serie como piezas únicas fabricadas con diversos metales.
Ventajas desventajas
Ventajas / desventajas: SLM / FDM / DED
Las impresoras 3D de metal pueden utilizar varias tecnologías para producir piezas metálicas a partir de polvo o filamento. Tres tecnologías habituales son SLM (fusión selectiva por láser), FDM (modelado por deposición fundida) y DED (deposición directa de energía). Cada tecnología tiene sus propias ventajas e inconvenientes, que pueden variar en función de la aplicación y los requisitos. Algunas de las ventajas e inconvenientes son
SLM: esta tecnología utiliza un rayo láser para fusionar polvo metálico capa a capa. Permite fabricar piezas complejas y de alta resistencia con gran precisión y calidad superficial. La desventaja es que requiere costes elevados, largos tiempos de impresión y un complejo postprocesado.
FDM: esta tecnología utiliza un cabezal de impresión calentado para extruir y depositar un filamento metálico especial. Permite fabricar prototipos o moldes sencillos y baratos con requisitos de resistencia o precisión menores. La desventaja es que ofrece baja resolución, mala calidad superficial y una selección limitada de materiales.
DED: esta tecnología utiliza un rayo láser o un haz de electrones para fundir polvo o alambre metálico sobre una superficie. Permite fabricar piezas grandes o personalizadas con gran rapidez y flexibilidad. El inconveniente es que provoca una baja precisión, una calidad superficial rugosa y una elevada carga térmica.
Imprímalo usted mismo o hágalo imprimir
Las impresoras 3D de metal ofrecen muchas ventajas para la fabricación aditiva de componentes complejos y de alta calidad para diversas industrias y aplicaciones. Pero, ¿cuándo merece la pena comprar una impresora 3D metálica propia o contratar a un proveedor de servicios? La respuesta depende de varios factores, como
- Los costes: Una impresora 3D metálica propia requiere una elevada inversión en la compra, funcionamiento y mantenimiento del dispositivo, así como en el material de impresión y el postprocesado de las piezas. Un proveedor de servicios puede reducir estos costes compartiendo la capacidad de impresión y la experiencia con otros clientes.
- Calidad: Una impresora 3D de metal propia permite un mayor control sobre el proceso de impresión y la calidad de las piezas. Sin embargo, un proveedor de servicios puede ofrecer acceso a tecnologías y materiales más avanzados que quizá no estén disponibles para su propia impresora.
- Flexibilidad: una impresora 3D de metal propia ofrece más libertad en el diseño y la personalización de las piezas y en la elección del tiempo de impresión. Sin embargo, un proveedor de servicios puede garantizar una entrega más rápida y una mayor selección de formatos y cantidades.