PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué directrices deben observarse al diseñar componentes impresos en 3D?
El proceso de impresión metálica en 3D Laser Powder Bed Fusion (LPBF o Selective Laser Melting, SLM®) permite un alto grado de libertad en el diseño de componentes. Muchas de las restricciones de los procesos de fabricación convencionales no se aplican o sólo se aplican de forma limitada. No obstante, es necesario respetar las directrices de diseño para poder fabricar componentes funcionales de alta calidad de forma económica; por ejemplo, los voladizos deben apoyarse en estructuras de soporte en relación con la dirección de acumulación desde un ángulo límite. De lo contrario, el sobrecalentamiento y las tensiones residuales inducidas térmicamente pueden provocar errores en el proceso. El resultado puede ser una precisión dimensional deficiente, una calidad superficial inferior o, en el peor de los casos, la anulación del proceso. Las estructuras de soporte se diseñan durante la preparación del trabajo y se eliminan posteriormente, por ejemplo mediante procesos de mecanizado.
Algunas restricciones, como el grosor mínimo posible de la pared, también dependen del material seleccionado y de los parámetros del proceso. Además, el tamaño máximo posible del componente está limitado por el espacio de instalación del sistema de fusión por láser utilizado. Para componentes más grandes con áreas menos complejas, se puede considerar una combinación con procesos de fabricación convencionales (fabricación híbrida), y los diseñadores experimentados en particular se enfrentan al reto de adaptar su experiencia existente a la nueva forma de pensar de la impresión 3D en metal. Rosswag Engineering ha desarrollado un programa de talleres adaptado a este fin.